De la Pelela al Plomero: la Relación con el Trono

¡Toda una vida marcada por el Trono! Nuestra relación con el inodoro va transformándose a lo largo de la vida… ¡En esta nota hacemos un recorrido sobre este gran vínculo!

Cuando dejamos los pañales no hay marcha atrás. Empieza un camino de aprendizaje, toma de consciencia y responsabilidad sobre nuestros actos que va a aumentar cada vez más. El Trono empieza como un juego, como un desafío o un anhelo: el de ser grande. Y termina convirtiéndose, en el mejor de los casos, en un artefacto decorativo para el hogar. un espacio de reflexión (y, bueno, de vez en cuando, en protagonista de noches de sopapa y plomero).

En esta nota desde Trono, la Revista de Familia Bercomat, nos ponemos nostálgicos. ¡Vamos a ver los diferentes lugares que ocupa el inodoro a lo largo de nuestra vida empezando por la pelela!

la pelela es nuestro entrenador

La Pelela: Consciencia y Responsabilidad

El paso del pañal a la pelela es un momento clave. Allí es cuando empezamos a responsabilizarnos sobre nosotros mismos. Cuando tenemos que poner límites al disfrute, al juego y decidirnos a crecer.

La pelela nos exige consciencia sobre nuestro cuerpo. Porque antes, con el pañal, podíamos seguir durmiendo, jugando o comiendo sin ninguna preocupación. Pero cuando entra la pelela a nuestras vidas  empezamos a tomar decisiones, a decir “no, Barbie, obvio que quiero que vayamos a la fiesta con tus amigas pero tomé un jugo hace un rato y tengo que ir al baño ya mismo”. O tenemos que dejar puentecitos a medio hacer, aunque morimos de ganas de jugar con ellos. 

dejar los pañales es un camino sin retorno

Y ni hablar antes de irnos a dormir. Por más pesados que tengamos los párpados, por más sueño que nos invada, sabemos que si no hacemos una parada técnica por la pelela antes de meternos en la cama vamos a tener una mala noche. 

Pasar al Trono: un Pequeño Paso para el Hombre

Después de entrenarnos en la pelela, el simulador de las grandes batallas, llegamos al Trono. ¡Wow! Botones, agua, ruido, altura, espuma… todo un universo en nuestras manos. 

¿Qué tiraste vos por el inodoro?

Y acá, en este momento, conocemos la diferencia entre el bien y el mal. Porque como se dice, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Pero qué tentador suena invitar a nuestro mejor amigo del jardín para probar qué es lo más grande que puede llevarse ese torbellino de agua. 

Es entonces cuando nos solemos enfrentar a los primeros grandes retos de nuestros padres, a los “te dije que no tires el tacho de mermelada en el inodoro” y aprendemos a hacernos los desentendidos cuando el plomero encuentra un muñeco del hombre araña trabado en el desagüe de casa.

Adolescencia: Pasar Tiempo en el Inodoro

Cuando llegamos a la adolescencia, estamos re cancheros. Ya nadie tiene que explicarnos cómo se usa el Trono: hasta le conocemos nuevas funcionalidades, como su practicidad para las primeras resacas. 

¿Dónde quedó mi bebé que usaba la pelela?

Pero en esta etapa de selfies en el baño, chats eternos y jueguitos viciosos aprendemos -sobre todo cuando hay un solo baño en casa- que el tiempo en el Trono vale oro. Entonces aprovechamos cuando no hay nadie para disfrutarlo bien tranquis.

Adultez: Empieza una Relación Seria con Nuestro Trono

Cuando empezás a fijarte en el estilo de tu baño y el programa del sábado es ir a elegir el trono que mejor combine con la onda del ambiente… ¡Red flag total! ¡Llegamos a la adultez!

Eligiendo el inodoro perfecto

Otra forma de darnos cuenta de que estamos grandes es cuando no podemos ir al baño en los 15 días de vacaciones. ¡Qué felices nos ponemos a la vuelta de reencontrarnos con nuestro queridísimo inodoro!

O también cuando se nos rompe, no podemos solucionarlo con una simple sopapa y comprendemos que si no nos hacemos cargo nosotros, ya no hay mamá ni papá que vaya a ocuparse del asunto. Sos vos y el inodoro y esa llamada al plomero que querés evitar porque te va a salir carísima.

¿Tenés alguna anécdota graciosa con tu inodoro?

¡Vamos! Todos tenemos alguna historia de viaje, de no llegar o de tapas bajas que contamos en cada reunión familiar. ¡Compartinos en los comentarios qué fue lo más gracioso que te pasó en el Trono!

Y recordá que si ya estás en la etapa en que poner lindo tu baño se volvió prioridad, podés conseguir montones de estilos de inodoro  en tu sucursal de Familia Bercomat más cercana o en nuestro sitio web

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