Las Vacaciones y el Baño Ajeno

¿Te estás por ir de vacaciones? Playa, camping o montaña; no hay nada como las salidas al aire libre, en contacto con la naturaleza. Ahora, eso sí, las vacaciones y el momento de compartir un baño ajeno es todo un tema. En la emoción del momento ni pensaste en tus lujos cotidianos. Leé esta nota y recordá que no hay Trono como el de tu hogar.

Te estás por ir a la playa; protector, lona, ojotas, que no te falte nada. Sí, armaste el bolso y buscaste un montón de información sobre el lugar donde vas. Pero, seamos realistas: si vas a dormir en hotel o en casa, NO ES TU BAÑO. 

Y no olvidemos que la compañía hace la diferencia: puede ser con mamá, papá y hermanos; amigos; en pareja o con hijos. La convivencia plantea una intimidad a la que no siempre estamos acostumbrados. En casa, departamento, hotel, posada o camping, las prestaciones cambian y los baños también. En esta nota de Familia Bercomat te recordamos las típicas situaciones que todos tenemos entre nuestros ¿mejores? recuerdos.

Cuando por turismo y amistad compartimos el baño

Baños ajenos

“Vamos pa´ la playa, pa´ curarte el alma…” Sí, te fuiste a un hotel o a un departamento con amigos o familia, y no te importa nada, porque lo primero que pensaste es: ¿cuánto tiempo vamos a estar realmente en el hotel durante el día? Llegás y no hay bañera, el baño se empapa con cada quien que se ducha, y quizás la ducha no tenga mampara, y hay un poquito de agua que no se evapora nunca … y sí: el último que se baña se quiere morir. 

El baño mojado… todo empapado, las toallas y el Trono también. Los papeles al cesto, para que no se tape el inodoro. Y después seremos afortunados si éste no queda perdiendo. (Quién no recuerda esas vacaciones cuando, mientras intentábamos dormir, escuchábamos una fuente zen que nunca cortaba para hacernos compañía). 

Es que cuando nos hospedamos, además de la limpieza, es fundamental que el baño funcione bien. Ni hablar de los sanitarios, claves en cualquier baño, y puede que el lugar tenga bidet, que aunque ya no se use tanto, aún tiene una hinchada importante. En fin: llegar a un hotel y que el baño no funcione o tenga mal olor resta (mucho) a la estadía.

La naturaleza es sabia pero no (precisamente) confortable – Las vacaciones y el baño ajeno

Las montañas, el aire puro, un paisaje de una belleza indiscutible, atardeceres soñados, las excursiones. Todo es la combinación ideal de ejercicio y contemplación. Ya te preparaste a conciencia: la mochila, la ropa deportiva, la comida, la bolsa de dormir…y el camping.

Lugar abierto, allí podremos hacer muchos amigos y enfrentar otros desafíos: dormir en la carpa, armar el fuego para cocinar y el momento de ir al baño…porque en el mejor de los casos, el camping tiene baño, ya que también están los que no tienen nada, nada de nada. 

La situación puede tornarse difícil, y seguramente encontremos otros que están pasando por lo mismo y se animan a confesar: “¡Quiero mi baño!” Qué alivio poder compartir esa inquietud con otra persona. Es que sí: pasados los días, el baño propio sube de categoría hasta antojarse una suite presidencial.

La Ducha no se Negocia – Las Vacaciones y el Baño Ajeno

El lugar donde estamos a salvo, antes de irnos a dormir o a la mañana temprano por comenzar el día. La ducha es necesaria, más si de las salidas volvemos llenos de  tierra, o arena y agua de mar. Los nenes, que vienen de jugar; los que están por salir de noche; los que quieren un baño por que sí.

Necesitamos que la ducha sea, como mínimo, con agua caliente. ¡Un chorro potente es un plus importante! Las posadas, con hermosa vista, pueden tener un sistema para ducha un tanto precario, o no. 😱 Sólo lo sabremos mediante nuestra propia experiencia. 🤣 Si alguna vez tuviste la suerte de ir a Brasil, tal vez hayas probado el sistema eléctrico de agua caliente. ¡Nada como una buena ojota para cerrar la canilla!

A las siete de la tarde, llega el momento en que todos quieren bañarse, pero ¡no alcanza el agua caliente para todos! ¿Quién se quedará con ese chorrito mínimo de agua fría? A tirar una moneda y pedirle a la suerte que nos toque primero.

La Preproducción

Las vacaciones y el baño ajeno ¡es todo un tema! leé esta nota de Familia Bercomat.

Llega la noche y querés arreglarte. Van a salir en grupo, y son un montón para el baño. El maquillaje, el peinado, o lo que sea; todos quieren SU momento de preparación en el baño. 

Hay quienes ponen música, se llevan la mitad de su bolso para usar, los que se prueban todo, los que se perfuman mirándose al espejo. Hay que asegurarse de salir en la mejor versión. En el baño nadie escapa de su vanidad. 

Alto Tránsito

Las vacaciones y el baño ajeno según Familia Bercomat

Por último, hablemos del tema que nadie tiene en cuenta, pero que puede ser un incordio en la convivencia. El embotellamiento. Seguramente tengas ese familiar o amigo que no salga del baño hasta mirar 5 videos de YouTube o leer 3 secciones completas de un diario. A esa persona, que seguramente deje un rastro aromático importante, debemos explicarle amablemente y con humor, que puede hacer todo eso sentado en otro lado. De hecho, puede ser interesante y constructivo aprovechar las vacaciones para hacer un cambio de hábitos (¡al menos durante unos días!) y liberar el tránsito del baño. 

¿Te pasó reconocerte en alguna de estas situaciones? En esos momentos nos damos cuenta lo importante que es el baño en nuestras vidas. ¡Compartí esta nota con quien sea FAN de este ambiente!

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