¿Cómo elegir pisos para exteriores?

Revestimientos símil madera geniales para los pisos para exteriores.

En esta nota te contamos todo lo que tenés que saber para elegir el piso perfecto para tu espacio al aire libre.

Elegir los pisos para exteriores es un verdadero desafío. Terrazas, patios y balcones son lugares  para el encuentro que utilizamos de día y de noche, sobre todo cuando empiezan las épocas de calor. Son espacios que nos conectan con la naturaleza y nos brindan momentos para relajarnos.

Por su alta exposición a cambios de temperatura y fenómenos meteorológicos, debemos prestar mucha  atención a los aspectos técnicos de nuestros pisos, como la termicidad, la textura y la resistencia. Desde Familia Bercomat te acercamos 5 tips para que logres el balance perfecto entre belleza y funcionalidad, ¡y disfrutes tu casa al máximo!

 Estilo: un punto clave en los pisos para exteriores

¡Que nada desentone! Los pisos para exterior son la carta de presentación de nuestro hogar, especialmente si están ubicados al frente. Por ello conviene elegir unos que combinen con la estética general de la casa, y logren un look armónico. Aunque sean lindos, los revestimientos que no encajan con la estética general producen el efecto contrario al deseado.

Seguí la estética general de tu casa.

Si el estilo de nuestro hogar es tradicional, conviene optar por unos revestimientos que hagan juego. En estos casos, podemos elegir unos de diseño rústico.

Por el contrario, si nuestra casa tiene un estilo más moderno, los porcelanatos de alto tránsito o el hormigón texturado son una gran alternativa para sumar diseño y belleza.

El hormigón texturado es genial para tus pisos para exteriores.

Textura: revestimientos con porosidad

Lluvias, macetas, aires acondicionados y mascotas… por muchos motivos,  los exteriores de nuestros hogares son más propensos a mojarse y ensuciarse. Por ello, conviene elegir un piso adecuado para exteriores, ¡y evitar caídas y golpes!

En Familia Bercomat hay una amplia variedad de productos.

Los pisos con mayor porosidad son ideales para evitar las superficies resbaladizas. Además de sujetarnos mejor y evitarnos caídas, los pisos porosos son más resistentes y duraderos. Existen en muchos materiales, con cientos de terminaciones que se ajustan a cada estilo de hogar.

Termicidad de los pisos para exteriores

¿Quién no ha salido descalzo al patio y ha vuelto a las corridas, con los pies en llamas? Si nuestra terraza, patio o balcón está expuesto durante largas horas a la luz del sol, conviene elegir un piso atérmico. Además de poder caminar sobre él sin preocupaciones, bajará la temperatura general de nuestro hogar. ¡Y así pasaremos un verano más agradable!

La termicidad es un factor clave en los pisos para exteriores.

Si tenemos una pileta, estos revestimientos son imprescindibles. Podrás utilizarla a la hora que quieras para tomar sol, sentarte a remojar los pies o cuidar a niños pequeños.

Resistencia

Los pisos para exteriores deben ser resistentes a las altas y bajas temperaturas. La impermeabilidad es otro factor clave para evitar problemas de humedad y filtraciones en casa o en la de nuestros vecinos.

Sumale onda a la entrada de tu casa con tus pisos para exteriores.

Los pisos de alto tránsito son muy recomendables, especialmente si los vamos a colocar en la entrada de un garage. Consultá cuáles son los modelos más convenientes para cada ambiente con un especialista, ¡y hacé que duren más tiempo!

Instalación correcta

La calidad de los revestimientos es un factor fundamental para disfrutar de nuestros ambientes, pero no el único. La instalación es un paso muy importante. ¡Tené en cuenta estos detalles y dejá perfectos tus pisos nuevos!

Corregí los desniveles: este es un paso fundamental, ya que si la superficie no es completamente lisa, corremos el  riesgo de partir las cerámicas al poco tiempo de instalarlas. Si el desnivel es leve, podés corregirlo con el mismo pegamento. Si es más profundo, podemos utilizar un mortero o picar la superficie, en el caso de que sea una elevación.

Chequeá la pendiente: asegurate de que la inclinación esté levemente hacia afuera o hacia una rejilla, ¡y evitá que se acumule agua!

Prepará la superficie: despejala de todo lo que impida que esté limpia y lisa (agua, humedad, suciedad o jabón). Luego colocá la membrana.

Juntas de dilatación: ¡respetalas! Aunque sean milimétricos, los materiales de construcción se dilatan y se contraen, dependiendo de las condiciones climáticas. Por ello, respetá las juntas de dilatación y evitá quebraduras en tus revestimientos.

¡Las juntas son esenciales!

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