¿Cuántas veces te encontraste en medio del caos, buscando desesperadamente una olla tenías delante tuyo minutos antes? La desorganización en este espacio tan vital de nuestro hogar no solo puede causarnos estrés y frustraciones, sino que también puede afectar nuestra eficiencia en la preparación de comidas y la calidad de nuestra alimentación.

Desde la típica búsqueda interminable de la tapa de un tupper hasta el peligro de ingredientes caducados escondidos en algún rincón olvidado, las consecuencias de una mala organización pueden ser más serias de lo que imaginamos. Además, tener una cocina caótica mientras estás en obra es sumarle un ítem más a tu lista de problemas. Es por eso que entender la importancia del orden en la cocina y aprender técnicas efectivas para mantener impecable este espacio se convierte en una necesidad no solo para mejorar la experiencia culinaria, sino también para promover un estilo de vida más saludable y equilibrado.

En esta nota, exploramos los desafíos y problemas que una cocina desorganizada puede traer, así como consejos prácticos para transformar este espacio en un santuario de orden y eficiencia.

Los pilares del orden en una cocina pequeña

Cuando los metros cuadrados son reducidos, la clave para ampliarlo visualmente radica en adoptar una organización inteligente y minimalista. Es fundamental reducir la cantidad de elementos a la vista, optando por un almacenamiento oculto siempre que sea posible. Sí, ¡el mueble bajo mesada será tu nuevo mejor amigo! Allí vas a encontrar un lugar para maximizar el espacio disponible de guardado. Por lo tanto, siempre conviene pensar ideas de bajo mesada desde la construcción, priorizando opciones que ofrezcan almacenamiento horizontal y que no abrumen visualmente el ambiente. Podés ver más ideas de diseño para cocinas minimalistas en esta nota.

Otro punto a tener en cuenta es limitar la cantidad de adornos y accesorios decorativos en la cocina, optando por aquellos que cumplan una función práctica y contribuyan a mantener el espacio despejado. Organizar los elementos por categoría facilita su ubicación y optimizan su utilización, mientras que mantener la cocina limpia y ordenada contribuye a crear una sensación de amplitud y tranquilidad. 

Incorporar soluciones de almacenamiento innovadoras, como estantes, canastos de acero y cestos para empotrar, también puede ayudar a maximizar el espacio y mantener la cocina funcional en todo momento. En definitiva, una buena selección de muebles y accesorios, y hábitos de organización efectivos puede transformar una cocina pequeña en un espacio acogedor y amplio visualmente.

Aprovechando todos los lugares de la cocina

Bajomesada

Nada por aquí, nada por allá. ¿A dónde se fue todo el caos? ¡Al bajo mesada! Lo importante a la hora de saber cómo se debe organizar la cocina es mantener el orden aunque éste no se vea. Ya no hay excusas para dejar las cosas tiradas y rogar que la puerta se cierre. Los canastos son una excelente opción para mantener los elementos agrupados por categoría. Los diseños transparentes, de acero o con etiquetas son muy útiles para identificar fácilmente su contenido.

También podés sumar organizadores ajustables para separar sartenes, ollas y tapas, y aprovechar el espacio vertical colocando ganchos en las puertas para colgar paños de cocina, bolsas reutilizables y otros accesorios. ¡A no subestimar el poder de los organizadores para mantener el mueble bajo mesada ordenado y optimizar su uso en tu cocina!

Gabinetes

Desde la puerta más cercana hasta la alacena que nunca abrís porque te queda a una cabeza de distancia, llegó la hora de revisar cada recoveco y sacarle jugo. Algo muy importante cuando te proponés organizar la despensa de tu cocina, es ser sincero y práctico con vos mismo. Ordená priorizando las cosas que usás en tu día a día y dejalas a mano. Utilizá frascos transparentes para almacenar ingredientes secos y etiquetalos con estilo. ¡No subestimes el poder de las etiquetas! Te van a ayudar a encontrar lo que necesitás en un abrir y cerrar de ojos.

Después, seguí con la vajilla. Organizá tus platos y tazas por tamaño para maximizar el espacio y facilitar el acceso. ¡Y no te olvides aprovechar el espacio vertical con estantes adicionales o colgadores! Al final, ubicá esas cosas que guardás y no sabés bien por qué en las alacenas de acceso restringido. ¡Y listo! Con estos consejos, tus gabinetes serán el ejemplo perfecto de orden y funcionalidad en tu cocina.

Cajones

¿Pensaste que tus cajones iban a zafar en el orden? ¡Claro que no! Para ordenar la alacena de la cocina y mantener el orden es necesario que el pisapapa deje de ponerse en el camino. Una gran idea es usar separadores de cajones para mantener cada cosa en su lugar y evitar el desorden. Hacés así: agrupás objetos similares juntos, como utensilios de cocina o herramientas, para una fácil ubicación. Ojo: no te olvides de darle una repasada de limpieza.

Paredes

Ahora que ya aprovechamos todos los espacios y fuimos liberando lugar en las superficies, nos quedan las paredes. Lo importante para que sean nuestras aliadas es instalar estructuras que no abrumen visualmente. Este es un gran recurso para colgar copas u ollas, liberando espacio valioso en tus gabinetes. Con este truco, tus paredes se convertirán en el lienzo perfecto para la funcionalidad y el estilo. 

Organización en la cocina: creando lugares nuevos

Puede que el espacio ya se haya agotado, ¡pero nunca las ideas para seguir renovando! A todo lo que ya mencionamos lo podés complementar con estantes flotantes para exhibir tus especias o ganchos para colgar utensilios de cocina o tablas de cortar, ¡optimizando aún más tu espacio vertical! Y nunca está de más mencionar que sumar nuevos muebles, diseñados según tus necesidades y las de tu familia, es una posibilidad.

¡Lográ organizar tu espacio y mantenerlo en el tiempo!

Creo que dejamos bien en claro que la organización y el orden en la cocina es una misión más que posible, aunque los espacios sean reducidos. Solo es cuestión de observar bien, conservar lo necesario y maximizar el potencial de tus muebles de guardado para una mejor distribución. Ahora sí, ¡manos a la obra!