¿Cómo sobrevivir a pasar Navidad y Año Nuevo en casa?

Diciembre es época de celebraciones y, para muchos, de estrés. Repasemos las situaciones que nos pasan cada fin de año y cómo sobrevivir a ellas.

El fin de año es complejo. Estamos cansados, cargados, todos necesitamos vacaciones y, en esas condiciones, no tenemos mejor idea que juntarnos con un montón de personas con la presión de pasarla bien. Como decía Tusam: puede fallar. Desde Revista Trono de Familia Bercomat vamos a compartirte algunos consejitos para que pasar Navidad en casa sea un éxito (o que, al menos, no sea tan grave). ¡Seguí leyendo!

La previa y la llegada de los invitados

Lo más importante es saber para qué está la gente que invitás a tu casa. Si sabés que en general hay buena onda, que son personas que pueden charlar y disfrutar, ¡adelante! Invitalos temprano, esperalos con aperitivos, una rica picada y ¡a disfrutar! 

Pero si hay pica entre los invitados y peligra el brindis de las doce de la noche por deserción, te conviene una estrategia más audaz. Citalos tarde, alrededor de las 22 y prepará algunos temas más lights para charlar: series, películas o algún chisme que no involucre a nadie de la cena.

También funciona tener un problema en la casa tipo pérdida en una canilla, cadena que no funciona, para que todos se pongan a arreglar el problema y dejen en segundo plano el drama en puerta.

¿Cómo evitar las discusiones en la mesa de Navidad?

Primero y principal, acomodá a la gente estratégicamente. Los que se llevan bien con los que se llevan bien. Los que están enemistados, lejos. Uno en cada punta de la mesa. Y, en lo posible, evitando el contacto visual. 

Y ahí sí, a seguir eligiendo estratégicamente los temas de conversación. Sobre todo que no se hable de política, religión, precios, tarifas o vacaciones. ¿Que no se hable directamente? El horno no está para bollos y si querés llegar al brindis de medianoche, hay que poner voluntad extra. Mejor apelá a las anécdotas familiares de siempre que les sacan una sonrisa a todos.

Fiestas en casa: los problemas más comunes

Como decíamos, las fiestas nos agarran en un momento de mecha corta. Así que acá te compartimos algunos tips para que evites cualquier tipo de malentendido o complicación. 

La comida

Punto clave. Tener una cena sabrosa es fantástico para evadir los malos humores. Optá por platos frescos y por una cena en varios pasos para estar toda la noche entretenido. 

No obligues a nadie a hacer cosas complicadas. Mejor que los platos sean ricos y sencillos a que sean elaborados pero vengan con la peor de las ondas. 

El calor

La temperatura también puede poner de malas a muchas personas. ¡Tené listos los ventiladores, aires acondicionados o dejá abiertas todas las ventanas! Y si podés armar al aire libre, mucho mejor. Una brisa cada tanto aclara las ideas.

Tener mucho hielo en el freezer también puede servirte. No hay nada que colapse una noche calurosa como una gaseosa tibia. 

El baño que no da abasto

Antes de que llegue la gente, no está de más hacer un chequeo exprés para ver que el agua del inodoro corra bien y tenga fuerza para llevarse lo que sea.

Podés compartirle a tus invitados este artículo con tips para solucionar problemas en el baño. ¡Siempre es bueno tener herramientas para emergencias!

Los regalos

Para pasar unas buenas fiestas, ¡no obligues a nadie a ponerse en gastos! Dejá que todo fluya, la cosa sana. El que quiere regalar, que regale. Y el que no, todo bien. 

El tema regalos puede desatar las fuerzas del mal, sobre todo si hay una imposición de salir a comprar. Algunas personas se dan mucha maña y otras no. Esa es la realidad. Y es preferible no recibir nada que encontrar debajo del arbolito un imán para la heladera de una banda que no te gusta.

Las doce en punto: abrazos y fuegos artificiales

¡A las doce todo se descomprime! Momento de levantarse de la mesa, brindar, mirar algún que otro fuego artificial y comer pan dulce. 

Si llegaste a este punto de la noche, la cena está ganada. ¡Sobreviviste! Y el objetivo está cumplido. En cambio, si todos estaban con un pie fuera de la casa para huir, ya sabés con quién tenés que dejar de pasar estas fechas. 

Fin de fiesta: el alivio de haberlas pasado

En síntesis, el fin de año puede ponerse difícil. Pero tienen la recompensa del inicio del verano y la promesa de un nuevo año.

¡Te deseamos lo mejor para lo que se viene!

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